Pequeña y encantadora…con dulzura sin igual,
Cubierta de aquel rojo, rojo como mí sangre, rojo como mí deseo,
De probarte, de saborearte.
Serás mi dulce vicio, o mi gran delirio,
Innegable que tu sabor me atrapa,
Comerte…sentirte entre mis labios ¡que delicia!
Irreprochable que si nacer fuera probarte, infinitas veces nacería.