LA DERECHA POLÍTICA:
Dada la heterogeneidad de las posturas de la derecha política es difícil dar una definición de este concepto que englobe a todos los movimientos derechistas. Quizás una aproximación sea que mientras que en los movimientos de izquierda la igualdad social es uno de los objetivos prioritarios del programa político, en los movimientos de derecha esta igualdad no tiene un papel tan central; a veces los movimientos de derecha propugnan el elitismo o el mantenimiento de ciertas diferencias entre los miembros de la sociedad (sobre todo diferencias económicas); sin embargo, la igualdad social sigue siendo parte del proyecto político de la derecha, aunque sin la centralidad que tiene este objetivo para la izquierda.
Corrientes de Derecha:
EL LIBERALISMO:
Movimiento ideológico que defiende el libre mercado e intenta evitar, en lo posible, la intervención del estado en la economía, en particular, y en la sociedad civil, en general. Este movimiento considera que la libre iniciativa y la competencia son los motores que crean riqueza social; por lo tanto, la intervención del estado es entendida como una injerencia totalitaria.
Para el liberal los derechos individuales son fundamentales. El derecho a la propiedad de los individuos y los colectivos debe ser respetado por el estado que no debe tener autoridad, o tenerla en mínima medida, para no erosionar las posesiones de los individuos con impuestos. Los servicios sociales deben ser dejados en mano de particulares, ya que si están en mano del estado se produce una competencia desleal y, además, impide el crecimiento económico del colectivo.
CONSERVADURISMO:
Movimiento ideológico que defiende valores familiares y/o religiosos y se muestra cauto ante las innovaciones sociales. El conservadurismo, excepto extremos muy minoritarios, no es contrario a la innovación científica y tecnológica.
El conservadurismo suele ser también nacionalista. Defiende la identidad nacional del grupo social y es más o menos combativo con las innovaciones culturales foráneas. Muchos partidos políticos que luchan por la independencia de una región son conservadores y, por lo tanto, de derecha.
La familia tradicional es otro valor importante para el conservadurismo. La defensa de esta institución es una pieza clave en el discurso político del conservador. Además el conservadurismo acentúa el papel social del individuo: cada persona pertenece a una colectividad ante la que es un sujeto moral responsable.
EL FASCISMO:
El fascismo es un movimiento político surgido a principio del siglo XX. Su ubicación dentro de la derecha es rechazada por algunos autores pero el uso común es considerarlo un movimiento de extrema derecha.
A diferencia de los otros movimientos derechistas tratados, el fascismo no considera a la democracia capitalista un modelo político-económico válido. Frente a ella propone una sociedad fuertemente jerarquizada y militarizada.
En lo económico el fascismo propone diversos modelos pero todos ellos coinciden en un fuerte intervencionismo estatal. Los movimientos fascista, por lo tanto, defienden un sistema estatal asistencial en mayor o menor medida.
Los derechos individuales, para esta corriente, son dependientes de los derechos colectivos y no son, en ningún caso, derechos inalienables. El deber del individuo hacia su patria es absoluto. El nacionalismo impregna buena parte de la práctica política del fascismo, siendo el engrandecimiento de la patria e incluso la conquista de otros territorios, objetivos políticos recurrentes del discurso fascista. Frecuentemente el fascismo llega, al defender un nacionalismo a ultranza, el racismo y la discriminación social.
Junto con el nacionalismo, el autoritarismo es otro rasgo sobresaliente del fascismo. La sociedad esta, más o menos, rígidamente jerarquizada y los roles sociales muy definidos. El ejército y la vida militar son idealizadas y se convierten en referente para la sociedad.
LA IZQUIERDA POLÍTICA:
Al igual que la derecha, la izquierda política oscila entre un mayor o menor autoritarismo. A diferencia de la derecha plantea la igualdad social como meta prioritaria de su programa político, aunque en muchas ocasiones esa igualdad se consiga a costa de algunos derechos individuales como el de propiedad o el de libertad de empresa.
También como la derecha, los movimientos políticos izquierdistas tienen posiciones diversas sobre el capitalismo y la democracia. Para algunos el capitalismo es un sistema válido aunque es precisa la intervención del estado para garantizar la igualdad social; mientras que para otros grupos izquierdistas el capitalismo es un sistema intrínsecamente perverso que debe ser transformado de raíz.
Corrientes de Izquierda:
LA SOCIALDEMOCRACIA:
En el siglo XIX surgieron en Europa movimientos obreros que proponían la redistribución de la riqueza entre la población, el método para lograr esta redistribución era la revolución social. Frente a este socialismo revolucionario, la socialdemocracia nació a finales del XIX como un intento de conseguir la redistribución de las riquezas y una mayor igualdad social a través de elecciones democráticas.
En lo económico defienden un capitalismo reformado. Según la socialdemocracia, aunque el capitalismo es el sistema económico imperante y ha aportado beneficios indudables al género humano, la tesis liberal de que el capitalismo genera por si mismo felicidad a la mayoría del género humano es falsa. La avaricia de los ricos o la desigualdad de oportunidades hacen que en el capitalismo sin regulación surjan estratos de población de desheredados que mal viven en la miseria.
El estado debe velar por estos sujetos más débiles y regular el mercado para subsanar estas irregularidades. La socialdemocracia, junto con los conservadores, ha sido una gran defensora del estado del bienestar, según el cual el estado debe proveer a los ciudadanos de los servicios asistenciales básicos.
La socialdemocracia defiende en lo social la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos independientemente de sexo, raza, religión u orientación sexual. Por esto el programa socialdemócrata suele acoger el reconocimiento de derechos para las minorías (minusválidos, homosexuales, personas dependientes...) o para colectivos marginados (inmigrantes, mujeres, etc.).
EL COMUNISMO:
El comunismo propone la máxima igualdad social posible. Esto es inviable dentro de un sistema democrático burgués y capitalista. El capitalismo es el sistema creado por los predadores para rapiñar a sus presas, promueve desigualdades al promover la acumulación de capital. Por lo tanto, en defensa de la sociedad, el estado, creen los comunistas, debe controlar la economía del país de manera más o menos absoluta. De este modo, el estado planifica la economía de un territorio, las necesidades, a que van dirigidos los recursos, etc.
En los regímenes comunistas el estado posee los medios de producción de riqueza como las fábricas; los obreros dan la mayor parte de la fuerza de su trabajo al estado pero a cambio reciben de este alojamiento, trabajo, comida, etc. Es importante subrayar que en una economía planificada como la que existe en los países estrictamente comunistas no existe el paro ni la pérdida de vivienda por embargo bancario, por ejemplo. Los medios de trasportes públicos como trenes y autobuses son gratuitos o muy baratos.
En los países comunista existe un solo partido, el partido comunista, que es el que toma las decisiones y delibera. Como todo el mundo puede entrar a formar parte del partido, los comunistas no creen que se esté negando la participación política a nadie.
En los países comunistas no existe libertad de prensa como la conocemos en Occidente. En ocasiones hay censuras y no se puede criticar abiertamente al régimen sin ser acusado de “traidor a la patria”. La disidencia política no comunista está más o menos perseguida. Debe tenerse en cuenta que en tanto que el estado provee de todo a sus ciudadanos ejerce o puede ejercer un fuerte poder sobre ellos, por lo que son regímenes políticos que caen fácilmente en el autoritarismo y en cierta falta de respeto hacia los derechos individuales. No obstante, existen y han existido muchos países comunistas, cada uno con sus peculiaridades, en alguno de los cuales los derechos individuales eran más respetados que en otros.
Países comunistas en la actualidad son, por ejemplo, Cuba, China o Corea del Norte.
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