Hay días en que se siente turbio,
La garganta pesa, los ojos sufren de pereza,
Hay horas en la que mi caminar es lento,
Y el pasar de las horas es un letargo.
Pesado como las cargas diarias,
Pesado como el alma en algunos segundos.
Y hay veces en que la vida misma no me deja,
Ni quiere que escriba.
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