Cuando para la asignatura del segundo semestre el profesor propuso como actividad leer música de cañerías de charles Bukowski, el libro se me hacia indiferente y generaba en mí una apatía que me inhibía de toda motivación para leerlo, pero en cuanto comencé casi por cumplir con la actividad académica, ya no pude parar. Me vi envuelto en una fiebre de lectura, un impulso sobre acogedor de querer devorar páginas enteras sin descansar.
Descubrí que en medio de las letras había frases que para mi tenían mas que un significado literario, un trasfondo que tal vez el lector habitual no percibía, tal vez ha sido una lectura subjetiva de mi parte, tal vez Bukowski escribió sin prestar atención, aunque tal vez…pueda ser que el libro me ha hablado y desde que lo hizo ya no pude ignorarlo, palabras que despertaron en mi una sinfonía de ideas guiadas por una música de cañerías.
UNA DAMA SALVAJE